Rutina

 
"Rutina"


     Cada día a la misma hora encendía la Tonomac y escuchaba su música favorita. Sentada en su sillón color beige, miraba por la ventana el amanecer y a la gente caminando por la acera. Imaginaba los trabajos de esas gentes, sus nombres, sus amores y sus casas. El viejo salía a la faena y ella murmuraba sobre sus manos una plegaria para que san Rafael lo cuidara todo el día. Así, ella se quedaba tranquila y seguía escuchando la música, mientras afuera el viejo se convertía en uno más de los que caminaban por la acera con sus prisas.



(Foto Web)